CORPOICA emprende proyecto para masificar fríjol biofortificado del CIAT en el Cesar

2009-01-05
CORPOICA emprende proyecto para masificar fríjol biofortificado del CIAT en el Cesar

Con el objetivo de contribuir a la seguridad alimentaria de la población más vulnerable del Cesar, CORPOICA inició un proyecto para masificar en ese departamento el cultivo de dos líneas de fríjol biofortificado obtenidas por el Centro de Investigación de Agricultura Tropical, CIAT, en el marco del proyecto AgroSalud, el cual es financiado por la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional -CIDA- y es liderado por organizaciones internacionales y nacionales en América Latina y el Caribe.
 

El proyecto se desarrolla a través de la Estación Experimental Motilonia, de CORPOICA, con sede en Valledupar, buscando el mejoramiento del ingreso de los cultivadores de fríjol y el consumo de un alimento enriquecido en los municipios de La Paz, San Diego, Codazzi, Manaure y Becerril.
 
La investigadora Adriana Tofiño Rivera, quien lidera el proyecto, indicó que el costo total supera los $630 millones, de los cuales la Corporación aporta más de $167 millones. Los recursos restantes provienen de las secretarías de Agricultura y de Minas del Cesar, las Alcaldías de los municipios beneficiados, las universidades UDES y Popular, la asociación intergremial Epsagro y el CIAT.
 
En relación con los materiales de fríjol que se están utilizando, corresponden a las líneas NUA, de tipo Calima, que presentan un 40% más de hierro que las variedades estándares de esta clase, y las MIB, que fueron seleccionadas buscando una combinación de mayor cantidad de hierro y algún grado de tolerancia a la sequía, tal como las describe el Líder del Proyecto Fríjol, del CIAT, Steve Beebe.
 
Las actividades previstas están orientadas a realizar pruebas de adaptación de 30 accesiones de fríjol biofortificado en diferentes focos productivos del Cesar, diseñar paquetes tecnológicos para su producción sostenible y definir estrategias para la distribución del grano en el marco de los planes de seguridad alimentaria del departamento.
 
De igual manera, se evaluará el efecto de la ingesta regular de fríjol biofortificado sobre los parámetros nutricionales de los niños y adultos mayores, y se consolidará la formación de asociaciones de pequeños productores para propiciar la continuidad a largo plazo del proyecto productivo.
 
La biofortificación
 
La biofortificación es una estrategia que busca incrementar la calidad nutricional en cultivos de alto consumo como el fríjol. En este proceso no se no involucra en ninguna de sus fases procesos de transformación genética o trangénicos, sólo involucra cruzamientos dirigidos en campo con control de la polinización.
 
En el mejoramiento de fríjol se busca aumentar los contenidos de hierro y Zinc, partiendo de una línea base contenida en los fríjoles que se producen actualmente. AgroSalud, en el CIAT, inició con unos padres de fríjol que tenían 55 partes por millón –ppm- de hierro y 20 ppm de zinc.
 
¿Por qué biofortificar con hierro y zinc?
 
Según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia realizada por el ICBF y otras entidades en el 2005:
 
La prevalencia de deficiencia de hierro (según el indicador de baja ferritina sérica) es de 12.5% en niños de 1-4 años, 14.9% en mujeres de 13-49 años (sin embarazo) y 38.8% en mujeres gestantes de 13 a 49 años.
 
La prevalencia de deficiencia de zinc (según el indicador de bajo zinc sérico) es de 26.9% en niños de 1 a 4 años.
 
Ya que en una población saludable no se esperaría más de ~2.5% de la población con deficiencia de cualquier nutriente, estos datos apuntan a problemas de deficiencia de hierro y zinc en la población colombiana actualmente.
 
Por ejemplo, si utilizamos datos del consumo per cápita del fríjol en Colombia según la FAO (9 g/p/d), se estima que:
 
Si se logra aumentar el contenido de hierro por los siguientes 50 ppm, se podría aumentar el porcentaje de hierro a la dieta colombiana a través de los fríjoles.
 
Con el objetivo de contribuir a la seguridad alimentaria de la población más vulnerable del Cesar, CORPOICA inició un proyecto para masificar en ese departamento el cultivo de dos líneas de fríjol biofortificado obtenidas por el Centro de Investigación de Agricultura Tropical, CIAT, en el marco del proyecto AgroSalud, el cual es financiado por la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional -CIDA- y es liderado por organizaciones internacionales y nacionales en América Latina y el Caribe.
 

El proyecto se desarrolla a través de la Estación Experimental Motilonia, de CORPOICA, con sede en Valledupar, buscando el mejoramiento del ingreso de los cultivadores de fríjol y el consumo de un alimento enriquecido en los municipios de La Paz, San Diego, Codazzi, Manaure y Becerril.
 
La investigadora Adriana Tofiño Rivera, quien lidera el proyecto, indicó que el costo total supera los $630 millones, de los cuales la Corporación aporta más de $167 millones. Los recursos restantes provienen de las secretarías de Agricultura y de Minas del Cesar, las Alcaldías de los municipios beneficiados, las universidades UDES y Popular, la asociación intergremial Epsagro y el CIAT.
 
En relación con los materiales de fríjol que se están utilizando, corresponden a las líneas NUA, de tipo Calima, que presentan un 40% más de hierro que las variedades estándares de esta clase, y las MIB, que fueron seleccionadas buscando una combinación de mayor cantidad de hierro y algún grado de tolerancia a la sequía, tal como las describe el Líder del Proyecto Fríjol, del CIAT, Steve Beebe.
 
Las actividades previstas están orientadas a realizar pruebas de adaptación de 30 accesiones de fríjol biofortificado en diferentes focos productivos del Cesar, diseñar paquetes tecnológicos para su producción sostenible y definir estrategias para la distribución del grano en el marco de los planes de seguridad alimentaria del departamento.
 
De igual manera, se evaluará el efecto de la ingesta regular de fríjol biofortificado sobre los parámetros nutricionales de los niños y adultos mayores, y se consolidará la formación de asociaciones de pequeños productores para propiciar la continuidad a largo plazo del proyecto productivo.
 
La biofortificación
 
La biofortificación es una estrategia que busca incrementar la calidad nutricional en cultivos de alto consumo como el fríjol. En este proceso no se no involucra en ninguna de sus fases procesos de transformación genética o trangénicos, sólo involucra cruzamientos dirigidos en campo con control de la polinización.
 
En el mejoramiento de fríjol se busca aumentar los contenidos de hierro y Zinc, partiendo de una línea base contenida en los fríjoles que se producen actualmente. AgroSalud, en el CIAT, inició con unos padres de fríjol que tenían 55 partes por millón –ppm- de hierro y 20 ppm de zinc.
 
¿Por qué biofortificar con hierro y zinc?
 
Según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia realizada por el ICBF y otras entidades en el 2005:
 
La prevalencia de deficiencia de hierro (según el indicador de baja ferritina sérica) es de 12.5% en niños de 1-4 años, 14.9% en mujeres de 13-49 años (sin embarazo) y 38.8% en mujeres gestantes de 13 a 49 años.
 
La prevalencia de deficiencia de zinc (según el indicador de bajo zinc sérico) es de 26.9% en niños de 1 a 4 años.
 
Ya que en una población saludable no se esperaría más de ~2.5% de la población con deficiencia de cualquier nutriente, estos datos apuntan a problemas de deficiencia de hierro y zinc en la población colombiana actualmente.
 
Por ejemplo, si utilizamos datos del consumo per cápita del fríjol en Colombia según la FAO (9 g/p/d), se estima que:
 
Si se logra aumentar el contenido de hierro por los siguientes 50 ppm, se podría aumentar el porcentaje de hierro a la dieta colombiana a través de los fríjoles.

Fuente:Corpoica